Ser autónomo no solo significa tener la libertad de gestionar tu propio tiempo y trabajar bajo tus propios términos, sino también asumir una serie de responsabilidades fiscales que los empleados por cuenta ajena no tienen. Mientras estos últimos no necesitan preocuparse por aspectos como la retención del IRPF o el IVA, los autónomos deben gestionar todas sus obligaciones fiscales de manera independiente. Esto puede ser una tarea complicada y delicada, y no es raro que se cometan errores en la presentación de los impuestos trimestrales.

Estos errores pueden tener consecuencias graves, como sanciones y multas por parte de Hacienda, que pueden ser impuestas hasta cuatro años después de la presentación inicial. Por ello, es crucial prestar mucha atención y evitar estos fallos. A lo largo de los años, en Infoautónomos hemos observado numerosos errores en las declaraciones trimestrales de los autónomos que solicitan nuestra ayuda. Hoy, vamos a resumir los siete errores más frecuentes para que puedas evitarlos.

Uno de los errores más comunes es no deducir todos los gastos que corresponden, lo cual podría representar un ahorro significativo, o deducir más de lo permitido. Es esencial recordar que algunos bienes y servicios, aunque se utilicen para desarrollar la actividad, no son exclusivamente para ella. En estos casos, tanto los importes como sus respectivos IVA se deben deducir de manera porcentual. Deduce solo aquellos gastos que son absolutamente necesarios para tu actividad y asegúrate de tener toda la documentación adecuada para respaldarlos.

Los bienes de inversión, es decir, aquellos cuyo valor supera los 3.000 euros, no deben ser amortizados en su totalidad en un solo año. En lugar de eso, deben ser amortizados de manera gradual durante su vida útil estimada, siguiendo las tablas de amortización establecidas. Además, es un error común deducir el IVA de estos bienes en las casillas habituales de gastos, cuando existe un apartado específico para esto en el modelo 303. Asegúrate de entender y seguir correctamente las normas de amortización para evitar problemas con Hacienda.

El IVA intracomunitario, correspondiente a adquisiciones y ventas realizadas dentro de la Unión Europea, debe ser desglosado en un modelo específico, el modelo 349. Sin embargo, es un error frecuente dejar en blanco las casillas dedicadas a esto en el modelo 303. Es importante recordar que la información indicada en el modelo 349 también debe ser reflejada en el modelo 303, ya que ambos se presentan de manera simultánea. No olvides verificar que ambas declaraciones estén correctamente alineadas para evitar errores.

Para declarar cualquier gasto, no es suficiente con tener tickets o recibos generales; es necesario contar con una factura fiscal que incluya el NIF del autónomo. Sin embargo, hay algunos desembolsos que no emiten facturas pero que aún pueden ser declarados, como las cuotas de la Seguridad Social o las compras realizadas en el extranjero. Asegúrate de obtener facturas completas y correctas para todos tus gastos deducibles y guarda toda la documentación necesaria para respaldar tus declaraciones.

Otro error grave es dejar de presentar modelos del IRPF cuando no hay actividad durante el periodo correspondiente. Esto se aplica tanto al modelo 130, referente a la declaración del impuesto sobre la renta de las personas físicas, como al modelo 111, que refleja las retenciones realizadas cuando se tienen trabajadores contratados. Incluso si no has tenido ingresos durante un trimestre, debes presentar estos modelos con valores en cero. El incumplimiento de esta obligación puede llevar a sanciones y complicaciones innecesarias.

No es correcto declarar únicamente el IRPF del periodo liquidado cuando este corresponde al segundo, tercer o cuarto trimestre. Lo adecuado es arrastrar lo acumulado durante todo el año y reflejarlo en cada declaración trimestral. Esto se debe a que las liquidaciones trimestrales son, en realidad, un adelanto del IRPF anual. Asegúrate de mantener un registro preciso y actualizado de tus ingresos y deducciones a lo largo del año para evitar errores en tus declaraciones trimestrales.

Las presentaciones fuera de tiempo son, sin duda, uno de los errores más frecuentes entre los autónomos. Esto generalmente ocurre porque se comienza a preparar los documentos con muy poca antelación. Es crucial recordar que las fechas de declaración trimestrales son del 1 al 20 de abril, julio, octubre y enero, para el primer, segundo, tercero y cuarto trimestre, respectivamente. Además, es común cometer errores en la ubicación de ciertos importes, terminando por asentarlos en casillas incorrectas. Incluso hemos visto casos en los que se confunden las declaraciones de IVA e IRPF, lo cual puede resultar en serios problemas con Hacienda.

Para evitar estos errores, es recomendable preparar los documentos con suficiente antelación y revisar cuidadosamente cada detalle. Si necesitas ayuda, no dudes en contactar con profesionales que puedan asesorarte y garantizar que todas tus declaraciones sean correctas y puntuales.

La mejor manera de evitar estos errores es contratar a un asesor fiscal con experiencia. Un profesional puede ayudarte a preparar y presentar todas tus declaraciones correctamente, asegurándose de que cumples con todas tus obligaciones fiscales y evitando sanciones y multas. Además, un asesor puede proporcionarte orientación y consejos valiosos sobre cómo optimizar tu situación fiscal y aprovechar todas las deducciones y beneficios disponibles.

Existen muchas herramientas y software de gestión contable que pueden facilitar enormemente la tarea de llevar tus cuentas al día. Estas herramientas te permiten registrar todos tus ingresos y gastos, calcular automáticamente tus impuestos y generar los modelos necesarios para tus declaraciones trimestrales y anuales. Invertir en un buen software de gestión puede ahorrarte mucho tiempo y reducir significativamente el riesgo de cometer errores.

Es fundamental llevar un registro meticuloso de todas tus transacciones financieras. Guarda todas las facturas, recibos y documentación relacionada con tus gastos e ingresos. Organiza tus documentos de manera que puedas acceder fácilmente a ellos cuando los necesites. Mantén tus registros actualizados y revisa regularmente tus cuentas para asegurarte de que todo está en orden.

No dejes tus declaraciones fiscales para el último momento. Planifica con antelación y asegúrate de tener todos los documentos y la información que necesitas antes de que se acerquen las fechas de presentación. Dedica tiempo regularmente a revisar y actualizar tus registros financieros para evitar prisas y errores de última hora.

Dedica tiempo a educarte sobre tus obligaciones fiscales y las normas y regulaciones que te afectan como autónomo. Cuanto más sepas sobre cómo funciona el sistema fiscal y cuáles son tus responsabilidades, mejor preparado estarás para evitar errores y gestionar tus impuestos de manera eficiente. Hay muchos recursos disponibles, desde cursos y seminarios hasta guías en línea y asesoramiento profesional.

Si prefieres una solución más moderna y conveniente, considera utilizar los servicios de una gestoría online para autónomos. Estos servicios suelen ofrecer asesoramiento fiscal y contable, preparación y presentación de declaraciones, y otras soluciones relacionadas, todo de manera digital. Esto puede ser especialmente útil si tienes una agenda ocupada y prefieres gestionar tus asuntos fiscales de manera remota y eficiente.

Ser autónomo conlleva una serie de responsabilidades, entre las cuales la gestión de las obligaciones fiscales es una de las más importantes y delicadas. Cometer errores en la presentación de los impuestos trimestrales puede tener graves consecuencias, pero con la preparación adecuada y la ayuda de profesionales, es posible evitarlos y cumplir con todas tus obligaciones de manera eficiente.

Recuerda siempre mantener tus registros actualizados, planificar con antelación, y considerar la contratación de un asesor fiscal o el uso de herramientas de gestión contable para facilitar el proceso. De esta manera, podrás centrarte en lo que realmente importa: hacer crecer tu negocio y disfrutar de la independencia y la libertad que ser autónomo te ofrece.