Es bastante común que cuando uno toma la decisión de lanzar un nuevo negocio tener la duda de si debe darse de alta como autónomo o si debe crear una Sociedad Limitada. Si estás pensando en que te resulta más ventajoso, lo mejor es empezar el negocio como autónomo y conforme vayas creciendo lo mejor será crear una sociedad. Pero… ¿cómo saber cuándo ha llegado el momento de pasar de autónomo a Sociedad Limitada?

Ventajas 

  • Reducción de carga fiscal: 

Cuando comienzas como autónomo el IRPF que pagas puede variar desde el 19% hasta un 47,5% para las rentas más altas. En cambio, una Sociedad Limitada tributa por el Impuesto de Sociedades y tiene una situación mucho más favorable para ingresos altos. 

El gravamen general para el ejercicio 2023 está en un 25% y para nuevas sociedades puede llegar a reducirse hasta un 10% (siempre que no hayas ejercido la misma actividad como autónomo u de otra forma jurídica).

Desde luego, suena mucho mejor tributar por un 15-23% que un 47,5%, ¿verdad?

  • Protección del patrimonio personal:

Como autónomo, la protección que tiene tu patrimonio personal es cero. Si no puedes pagar tus gastos, como la cuota de autónomo, la luz de tu local o Internet, los proveedores pueden saldar sus deudas con tus bienes personales (dinero en tu cuenta bancaria, coche o tu casa).

En una SL hay un escudo protector de patrimonio personal. La responsabilidad de cada uno de los socios es limitada al capital aportado. Es decir, si para constituir la Sociedad Limitada aportaste 1.000 €, ese será el dinero que arriesgues, ya que la sociedad solo responde con sus propios bienes.

  • Imagen y reputación:

La imagen de los autónomos en España de cara a proveedores y grandes empresas no es muy positiva. Los freelances siguen generando desconfianza ya que, de cara a la financiación, no dan las garantías que muchas entidades exigen.

Las sociedades limitadas tienen una capacidad mayor para negociar con las entidades bancarias y con grandes empresas y suelen dar una imagen de mayor confianza a proveedores y clientes.

  • Socios:

Si un autónomo se ve desbordado por el trabajo tiene que contratar o aliarse con otro freelance. 

En cambio, una Sociedad Limitada se puede constituir la sociedad y repartir el capital, porcentaje y obligaciones de cada uno.

¿Cuándo pasar de autónomo a Sociedad Privada?

A continuación, explicamos las razones que nos llevan a pasar de autónomo a Sociedad Limitada cuando el negocio crece.

Fiscalidad

Lo primero que debemos tener en cuenta es la fiscalidad de ambas figuras. El autónomo tributa por tramos en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). De esta manera, cuantos más beneficios tengas, más pagarás.

La distribución de las tablas de IRPF para 2016 es la siguiente:

  • De 0 a 12.450 € – 19%
  • De 12.451 a 20.200 € – 24%
  • De 20.201 a 35.200 € – 30%
  • De 35.201 a 60.000€ – 37%
  • Más de 60.001 € – 45%

Pero cuando nos referimos a las sociedades tienen una fiscalidad fija. Tributan por el Impuesto de Sociedades, cuyo tipo general es del 25%. Además, existe un gravamen reducido para empresas de nueva creación, pymes, microempresas, emprendedores, etc. que puede llegar a reducirse hasta un 15%. Por lo que es fundamental estar bien informado y aprovecharse de todas las ayudas, para que la carga fiscal sea menor.

Esta diferencia provoca que compense tributar como sociedad cuando los ingresos sean altos. Así no tendremos que pagar más, sino que la cuota será fija (el 25%). Por lo tanto, será recomendable pasar de autónomo a Sociedad Limitada cuando empecemos a facturar cifras entre 40.000 y 50.000 euros anuales…

Responsabilidad

No sabemos como va a funcionar el negocio y puede darse el caso de que surjan impagos o deudas pendientes. En ese caso, la forma de hacer frente a esos impagos es diferente si eres autónomo o empresa. En caso de ser autónomo, deberás responder ante esas deudas con tu patrimonio personal, presente y futuro. Es decir, que si alguna vez no puedes hacer frente a tus pagos, como la cuota de autónomos, los suministros de tus locales, el pago de las mercancías, etc., los proveedores pueden saldar tus deudas con tus bienes personales.

En cambio, en las Sociedades Limitadas sí que hay una protección del patrimonio personal. La responsabilidad de los socios se reduce al capital aportado por cada uno de ellos. Así que, si aportaste los 3000 euros necesarios para constituir la sociedad, solo arriesgarás ese capital, ya que la sociedad responde con sus propios bienes.

Acceso a la financiación

Por otro lado, es normal que quieras recurrir a financiación en algún momento de tu vida. Debes tener en cuenta que para un autónomo es mucho más difícil obtener financiación que para una Sociedad Limitada. Y es que la mayoría de los bancos les solicitan una mayor cantidad de avales.

Además, si buscas trabajar con grandes empresas, es necesario ser una Sociedad Limitada. Estas necesitan conocer la solvencia, garantía del suministro y otros datos que solo pueden saber si eres una sociedad ya que estos datos no se registran para los autónomos.

Por lo tanto, ser una SL te otorga mayor capacidad de negociación con entidades financieras y con grandes empresas.

CONCLUSIÓN: El momento perfecto para pasar de autónomo a Sociedad Limitada.

Cuando se cumpla alguna de las siguientes condiciones:

  • Tus ingresos superan los 40.000 euros y quieres invertirlos en la sociedad.
  • Quieres proteger tu patrimonio personal frente a las deudas de la sociedad.
  • Buscas financiación o trabajar con grandes empresas.