Tras la reforma de pensiones, a los autónomos se les aplica un nuevo sistema de cotización por ingresos reales que prevé equiparar su aportación a la de los asalariados. El impacto, una vez desplegado por completo el sistema en 2032, será de 9.000 millones más en cotizaciones. Por tanto, la cotización media será de 6.400 euros anuales para cada uno de los 3,1 millones de autónomos actuales que ahora abonan de media 3.500 euros a la Seguridad Social.
Con el nuevo sistema, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones introdujo dos grandes novedades. Primero, la posibilidad de adaptar la base de cotización hasta seis veces al año, es decir, que cada dos meses tienen la posibilidad elegir en qué tramo desean pagar su cuota según su previsión de ingresos netos. Y segundo, incluyen 15 tramos en total.
Las nuevas tablas entraron en vigor este año y se actualizarán en 2026. Entonces, el Gobierno tendrá que negociar con los representantes de los autónomos hasta conseguir igualar, en términos de cotización media, el esfuerzo del asalariado y el autónomo.
En la actualidad, la cuota que abonan los asalariados -es decir, el Régimen General- es un 81% superior que la de los trabajadores por cuenta propia, que históricamente se han asentado en los tramos bajos y sufren, por consecuencia, pensiones más bajas. De hecho, los datos hasta 2021 explican una brecha en la pensión cercana al 60%: 1.141 euros de media para los trabajadores por cuenta ajena, frente a 716 euros de los autónomos.