El ámbito laboral en España ha sido testigo de una larga batalla que ha enfrentado a los autónomos con las medidas fiscales gubernamentales. Con una población de más de tres millones de trabajadores por cuenta propia, este grupo ha mantenido una demanda constante a lo largo de los años, solicitando una mayor flexibilidad y reducción de la carga fiscal que les permita llevar a cabo su actividad de manera más fructífera, liberándolos del ahogamiento financiero que consideran excesivo y desproporcionado.

En respuesta a estas demandas, la Seguridad Social ha anunciado que un significativo porcentaje de autónomos experimentará ciertas mejoras en el pago de sus cuotas mensuales durante el próximo año. Estas mejoras se traducirán en una ligera reducción de la cantidad que deben abonar al Estado como trabajadores independientes. Este anuncio marca un hito importante en la evolución del sistema de cotizaciones para autónomos.

Hace dos años, el gobierno implementó dos modificaciones fundamentales en el sistema de cotizaciones de los autónomos. En primer lugar, se estableció que los autónomos solo deberían declarar en función de los beneficios netos obtenidos en el año. En segundo lugar, se introdujeron quince tramos diferentes de cotización, cada uno correspondiente a un rango específico de ingresos.

Sin embargo, se concibió este proceso como una medida a largo plazo. El gobierno planeó implementar las escalas definitivas en los años 2023, 2024 y 2025. En 2025, se espera que los autónomos solo declaren sus ingresos reales (netos), marcando un cambio significativo en la forma en que se calculan las cotizaciones.

Bajo este sistema (RETA), los autónomos deben participar activamente, notificando a la Seguridad Social la cantidad anual que esperan o pretenden ganar. Esta información se utiliza para ubicarlos en el tramo de cotización correspondiente. Luego, durante la declaración de la renta, se realiza un balance y, en caso de que los ingresos estimados se hayan superado, el autónomo deberá abonar la diferencia.

Centrándonos en las cotizaciones que se aplicarán en el año 2024, aquellos autónomos que se encuentren en el tramo de ingresos más bajo verán una reducción en sus cuotas mensuales, a diferencia de aquellos que perciban ingresos más altos, cuyas tasas aumentarán.

En detalle, las cuotas para el año 2024 quedarán de la siguiente manera:

  1. Ingresos inferiores a 670 euros al mes: Descienden de 230 a 225 euros (-2,1%).
  2. Ingresos entre 670 y 900 euros al mes: Descienden de 260 a 250 euros (-3,8%).
  3. Ingresos entre 901 y 1.166 euros al mes: Descienden de 274 a 267 euros (-2,9%).
  4. Ingresos entre 1.167 y 1.300 euros al mes: Permanecen en 291 euros.
  5. Ingresos entre 1.301 y 1.500 euros al mes: Permanecen en 294 euros.
  6. Ingresos entre 1.501 y 1.700 euros al mes: Permanecen en 294 euros.
  7. Ingresos entre 1.701 y 1.850 euros al mes: Aumentan de 310 a 320 euros (+3,2%).
  8. Ingresos entre 1.851 y 2.030 euros al mes: Aumentan de 315 a 325 euros (+3,2%).
  9. Ingresos entre 2.031 y 2.760 euros al mes: Aumentan de 330 a 340 euros (+3,2%).
  10. Ingresos entre 2.761 y 3.190 euros al mes: Aumentan de 350 a 360 euros (+3,1%).
  11. Ingresos entre 3.191 y 3.620 euros al mes: Aumentan de 370 a 380 euros (+3,1%).
  12. Ingresos entre 3.621 y 4.050 euros al mes: Aumentan de 390 a 400 euros (+2,6%).
  13. Ingresos entre 4.051 y 6.000 euros al mes: Aumentan de 420 a 445 euros (+5,9%).
  14. Ingresos superiores a 6.000 euros al mes: Aumentan de 500 a 530 euros (+6%).

Aunque estos cambios son en su mayoría modestos, representan un primer paso en una serie de reformas que culminarán en dos años. A pesar de que su impacto inmediato en las finanzas de los autónomos puede parecer insignificante, estos ajustes marcan un progreso significativo hacia una mayor equidad fiscal en el sector de los trabajadores por cuenta propia en España.